Cuando el roce de tus manos me acaricien en las más profundas agonías, mi corazón seguirá latiendo al saber que te tengo junto a mi, al despertar.
Será tu aliento en mi nuca quién ahuyente mis tristes suspiros impotentes por no poder gritar.
Sólo al despertar junto a ti podré soñar, soñar que estás a mi lado.

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