Extraño

Extraño es pensar que estarás en aquel lugar dónde nos despedimos por primera vez.
Extraño es imaginar que te quedarás junto a mi cuando la tormenta haya acabado, por mucho que el sol brille cómo nunca ha brillado antes.
Extraño es recordar tu sonrisa rodeada de lágrimas amargas.
Extraño es querer quererte.
Y extraño es no poder dejar de pensar que todo es extraño al pensar en ti.

Fuerte

Fuerte, abrázame fuerte. Aprieta mis miedos, ahogalos con tus propias manos, las mías no pueden...
Fuerte, bésame fuerte. Muerde mis pesadillas, mis gritos no las auyentan....
Fuerte, grita fuerte junto a mi para que sean nuestras voces quiénes desaten las cadenas que me unen a mi tristeza.
Fuerte, cójeme fuerte, no me dejes caer otra vez, porque no hay nada más abajo de debajo de la oscuridad que me envuelve.
Fuerte, no consigo ser fuerte. Mi mente no me deja ser fuerte cómo tu quisieras que lo fuera. Y aunque tus ayudas me dan suspiros que hacen sentirme menos triste por momentos, es mi mente la que no me deja respirar. Tiempo, sólo el tiempo junto a tu ayuda será la que me levante.
Quizá algún dia vuelva a hacerte feliz si mi mente me deja ser fuerte.

Luz

Se apagó la luz, y todo se desvaneció.
Caminé en busca de una luz, pero las brechas se cerraron al verme llegar y no dejaron salir ni una chispa de claridad.
Me rendí, me quedé sentada en medio de la humedad que producían mis lágrimas...
Y una gran luz blanca me cegó, su calor me secaron las lágrimas.
Era una luz tan profunda y pura que me daba tranquilidad, me daba fuerzas para poder levantarme e ir a ella.
Caminé miles de metros y no lograba alcanzarla. Será una ilusión, será mi mente que me hace ver esperanza dónde no la hay...Pero me paré a pensar, y me di cuenta que no necesitaba caminar, la tenia junto a mi, todo el tiempo permaneció a mi lado. No necesitaba ir a buscarla, sólo necesitaba verla bien y darme cuenta que estuvo junto a mi siempre.
Todo se volvió claro. Estiré mi mano y tu mano me agarró. Me abrazaste.
Me hiciste sentir feliz, y feliz seguiré si estás a mi lado, mientras tu luz infinita siga brillando.

Nadie




Aún sin dormir, me desperté entre sueños rotos.

Sentada a los pies de la cama observaba la oscuridad en todo su resplandor.

El silencio me susurraba al oído. Me contaba que nadie lo podía oir por mucho que gritara. Le dije que yo le escucharé mientras esté viva. Y le gritaré palabras que no se escuchen para que me oiga.

Pero se fué, se fué sin decir nada... Me quedé sin poder gritarle que yo también soy el silencio quien nadie escucha.
Nadie me podía oír si el silencio seguía sin decirme nada.


Pasó un largo tiempo, y la oscuridad se oscureció. Nadie me podía ver si la oscuridad seguía oscura.

Y en silencio y en oscuridad me quedé ahi, sentada en los pies de la cama, recordando que nadie me verá ni me oirá.

Tormenta















Corría por las oscuras calles empapadas de aquella tormenta que no me dejaba ir.

Deseaba envolverse con las tristes lágrimas que se derramaban por mi cuerpo al recordar aquella noche de tormenta.

Frío

Me encuentro en un laberinto de hielo. Todo es frío e insípido, y nadie quiere ayudarme a salir. Ni tan solo me dan un poco de fuego para poder continuar buscando una manera de escapar.
Tengo que hacerlo, yo sola puedo!

Llevo más de dos semanas perdida entre paredes de dolor. Por más que busque una salida, no la encuentro. Apenas puedo moverme, mis dedos están inmovilizados... me siento impotente, no puedo hacer nada... y me cuesta tanto seguir...

He dado unas cuantas vueltas por mi cabeza, he estado pensando en lo que pasará fuera. Y si nadie quiere ayudarme a salir, ¿para qué molestarse en buscar una salida si afuera nadie me espera? Ahora no sé que hacer, si continuar buscando una salida o quedarme en éste infierno helado.

Mis lágrimas caen sobre el suelo. Se rompen al chocar contra el hielo. Ya no puedo más, me quedo aquí hasta que mi corazón pierda su calor, hasta que el último respiro se convierta en humo de hielo.

Llevo horas inconsciente, veo el final de mi desgraciada vida. Nadie me ha querido ayudar, nadie me ha querido escuchar... No les debo nada.

Por un momento creo que tengo fuerzas para continuar, pero un último golpe de voluntad en mi corazón haze romper las paredes de hielo, y un largo fin me espera.

Despertar

Estarás junto a mi cuando abra los ojos y despierte de mis habituales pesadillas que me encarcelan toda la noche.
Cuando el roce de tus manos me acaricien en las más profundas agonías, mi corazón seguirá latiendo al saber que te tengo junto a mi, al despertar.
Será tu aliento en mi nuca quién ahuyente mis tristes suspiros impotentes por no poder gritar.
Sólo al despertar junto a ti podré soñar, soñar que estás a mi lado.